Lesiones meniscales

Anatomía

La rodilla está formada por 3 huesos principales: el fémur en el muslo, la tibia en la pierna y la rótula por delante. Entre el fémur y la tibia se encuentran dos estructuras fibrocartilaginosas con forma de semiluna denominados meniscos. Hay uno interno o medial y otro externo o lateral. Dentro de sus funciones destacan la de amortiguar el peso a modo de cojín y proveer de estabilidad a la rodilla.

¿Cómo se rompen los meniscos?

Las roturas meniscales se producen con frecuencia en deportes como el fútbol, básquet, tenis o esquí. Aun así, se trata de una patología que puede presentarse en cualquier momento de la vida, pudiendo producirse con mecanismos de muy baja energía en los pacientes de mayor edad.

La patología meniscal y su tratamiento es una de las áreas que genera mayor actividad científica dentro de Equilae. La lesión meniscal es una de las lesiones más frecuentes de la rodilla.

Las personas más jóvenes suelen lesionarse los meniscos durante la práctica deportiva. Mostramos algunas de las principales causas que pueden llevar a la lesión.

• Un cambio repentino de dirección (giro).
• Una posición de cuclillas o flexión forzada.
• Una caída incorrecta tras un salto.
• Menos frecuentemente, por un golpe directo.

Las personas de más edad suelen padecer roturas degenerativas. Éstas se generan tras pequeños malos gestos sobre un menisco previamente desgastado, o simplemente por su uso a través de los años.

Historia clínica

Habitualmente los pacientes relatan la aparición de dolor tras haber efectuado un gesto de mayor o menor energía. En los días sucesivos, este dolor puede venir acompañado de otros síntomas como los que se describen a continuación.

• Derrame e inflamación
• Dificultad para flexionar la rodilla
• Dificultad para caminar y cojera.
• Bloqueos y/o dificultad para la extensión completa de la rodilla

Al realizar diferentes maniobras durante la exploración física se destaca la presencia de dolor en la interlínea articular interna y/o externa.

Radiografías

La realización de rayos X no permite la visualización de los meniscos de manera directa, pero pueden aparecer signos indirectos de lesión. Por otro lado, aportan información sobre el estado de conservación de la articulación y la alineación de la extremidad.

Resonancia magnética

Es el estudio por excelencia para valorar los meniscos e identificar las características de la lesión. Además permite valorar lesiones asociadas en los ligamentos, el cartílago articular, etc.

Tratamiento

Inicialmente se debe valorar el tratamiento conservador, no quirúrgico, mediante terapias antiinflamatorias y rehabilitación, fundamentalmente en aquellos pacientes donde el dolor no es frecuente ni afecta las actividades de la vida diaria de manera significativa.

El tratamiento se decide según la sintomatología del paciente y las características de la lesión.

En los casos donde el tratamiento conservador fracasa, o cuando el dolor e incapacidad afectan la calidad de vida del paciente, será necesario realizar una intervención quirúrgica, la cual se adaptará al tipo de rotura y la necesidad de cada paciente.

Durante la artroscopia, y antes de proceder al tratamiento meniscal específico, se realiza una revisión sistemática de toda la articulación. Posteriormente, y según cada caso, se realiza alguna de las siguientes intervenciones.

Meniscectomía parcial

Se reseca el tejido meniscal dañado hasta lograr un remanente de menisco estable. Es fundamental la conservación de la mayor cantidad posible de tejido para la evolución de la rodilla a corto y largo plazo.

Sutura meniscal (Reparación meniscal)

Se debe realizar siempre que sea posible, y dependerá de ciertos factores como la edad del paciente, localización, tamaño y antigüedad de la rotura. Existen diferentes técnicas de sutura meniscal eligiéndose alguna de ellas según las características y localización de la lesión.

Sustitución meniscal

Tras una meniscectomía parcial, con el paso del tiempo (meses o incluso años) puede aparecer dolor en la zona donde ha sido necesario resecar parte del menisco. A esto se le llama “síndrome postmeniscectomía”. Según el estado general de la articulación y el remanente meniscal existente, puede realizarse una sustitución meniscal con el objetivo de lograr una disminución del dolor. En estos casos se utilizan diferentes tipos de implantes sintéticos.

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Sustituto meniscal (poliuretano)

Trasplante meniscal

Es la alternativa terapéutica utilizada para tratar el “síndrome postmeniscectomía”, cuando al paciente se le ha realizado previamente una meniscecotmía total. En estos casos el tejido utilizado para la sustitución meniscal proviene de un banco de tejidos.

Terapia con células madres

Las terapias biológicas deben ser consideradas como uno de los retos del presente y del futuro. Se indican en casos puntuales para promover la curación.

Rehabilitación

Dependiendo del tipo de procedimiento que se haya llevado a cabo, variará el programa de rehabilitación.

Existe una etapa inicial que es común a todas las cirugías, donde el objetivo es lograr un correcto control del dolor y la inflamación mediante tres acciones.

  • Elevación del miembro operado.
  • Aplicación de hielo local, 10 minutos cada 3 horas.
  • Tomar la medicación analgésica y antiinflamatoria indicada en el momento del alta.

Superada la etapa inicial de control del dolor e inflamación, que para las cirugías artroscópicas puede ir desde los dos a los seis días, comienza la etapa de rehabilitación específica para cada tipo de cirugía.

En los casos de meniscectomía parcial.

  • Ejercicios isométricos para lograr la activación del cuádriceps.
  • Carga parcial progresiva con muletas.
  • Flexión progresiva de la rodilla.

En los casos de sutura (reparación) meniscal.

  • Isométricos de cuádriceps.
  • Carga propioceptiva con muletas y férula de rodilla en extensión hasta la tercera semana, luego carga parcial progresiva con muletas, sin férula hasta la sexta semana.
  • Extensión completa con férula hasta el retiro de puntos (10-15 días), flexión 0-60° hasta la tercera semana y 0-90° hasta la sexta semana.

En los casos de sustitución o trasplante meniscal.

  • Isométricos de cuádriceps.
  • Descarga completa con muletas y férula de rodilla en extensión hasta la tercera semana, luego carga parcial progresiva con muletas, sin férula hasta la sexta semana.
  • Extensión completa con férula hasta el retiro de puntos (10-15 días), flexión 0-60° hasta la tercera semana y 0-90° hasta la sexta semana.