Síndrome de Fascia Lata

Anatomía

La fascia lata o cintilla iliotibial es la poción tendinosa del músculo tensor de la fascia lata. Este tiene su inserción proximal en la cresta ilíaca de la pelvis, presenta un trayecto descendente por la cara lateral del muslo donde se transforma en la fascia lata, la cual se inserta a nivel distal en la tibia, en el tubérculo de Gerdy. Antes de insertarse en la tibia pasa por encima de una prominencia ósea del fémur llamada “epicóndilo lateral”.

Con la rodilla en extensión, la fascia lata pasa por delante del epicóndilo lateral, contacta con éste cuando se flexiona la rodilla a unos 30º y a mayor flexión se localiza posteriormente. En la zona existe una estructura llamada bursa que facilita el deslizamiento de dicho tendón sobre el hueso.

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Causas

Son varios los factores que contribuyen a la aparición de éste síndrome, también llamado síndrome del corredor. El primer elemento es la sobrecarga, motivo por el cual afecta principalmente a corredores y ciclistas, ya que realizan un esfuerzo prolongado, en un mismo rango de flexión de la rodilla de manera repetitiva.

Otro factor importante es la superficie sobre la cual se realiza la actividad física, ya que las pendientes y escaleras favorecen la aparición de este cuadro.

Por último, y no menos importante, son los factores anatómicos, como son el pie plano, el genu varo, la rotación interna aumentada de la tibia sobre el fémur, excesiva rigidez de la cintilla iliotibial, así como una contractura del tensor de la fascia lata y el glúteo mayor.

Síntomas

Es frecuente que en corredores y ciclistas se genere una fricción excesiva en esta zona, la cual puede desencadenar en dolor en la parte lateral de la rodilla, que comienza de manera progresiva, aumentando con la actividad física y disminuyendo con el reposo.

Tratamiento

Los tratamientos se pueden dividir en tres modalidades, siendo el de primera elección siempre el más conservador.

En la primera modalidad se le indica al paciente la disminución de la carga de ejercicio, evitando correr en bajadas o  subir y bajar escaleras en exceso. También es importante en esta etapa el análisis de la pisada, corrigiendo la carga mediante la utilización de plantares si es necesario. Se realizan tratamientos antiinflamatorios, fisioterapia y ejercicios de estiramientos de la fascia lata y otros grupos musculares.

La mayoría de los pacientes mejoran con el tratamiento más conservador, aunque la tendencia a la recaída de los síntomas es elevada si no se realiza de manera rigurosa.

La segunda modalidad de tratamiento tiene lugar cuando ha fracasado la anterior, algo que se produce con poca frecuencia. Ante estas situaciones se puede recurrir a las infiltraciones corticoanestésicas locales y por último, a la cirugía.

En esta tercera modalidad, la cirugía, se accede a la fascia lata mediante un abordaje lateral de la rodilla y se realiza una tenotomía parcial y una resección de la bursa inflamada. La recuperación dura aproximadamente un par de meses.